Wednesday 21 January 2009

Recuerdos de mi padre - reseña historica




Considero indispensable hacer una brevíssima reseña histórica de Checoslovaquia, para entender el accionar y posición en la vida de no solamente mi padre, sino de todo checo que se considera como tal.
Porque, por lo menos hasta la guerra del “14” se conocía una Serbia, una Polonia ó Rumania, pero de los checos poco o nada se sabía y de allí es que mucha gente creyó que la República Checoslovaca (independiente a partir del 28 de octubre de 1918) fué un invento o creación artificial del Tratado de Versalles.
Y nada más erróneo, por cuanto se trata de un re-nacimiento de uno de los más antiguos estados de Europa.
Hay antecedentes, en el territorio de Bohemia, de tribus eslavas en los siglos VIII y IX, pero el primer rey de Bohemia, católico, fué Wenceslao, patrono de Bohemia, conocido como San Wenceslao, asesinado en Praga en el año 929. De allí en adelante floreció por varios siglos el reino de Bohemia, otras veces de Bohemia y Moravia, país rico y progressista, que atrajo artistas y arquitectos, principalmente de Italia. De los tejes y manejes surgió en el siglo XIV la dinastía Luxemburguesa, uno de cuyos reyes fué Carlos IV, quién mandó levantar los grandes palacios e iglesias de Praga, fundó la Universidad Carolina (La primera y más antigua de Europa Central), construyó el puente Carlos, que cruza el río Moldava, que es igualmente el mayor puente de su época, en aquella parte de Europa.
La hija de Carlos IV, llamada Ana, se casó con el rey Ricardo XI de Inglaterra, siendo por lo tanto reina de aquel país y ese vínculo tuvo grandes alcances ya que Ana simpatizaba con las actividades y pensamientos de Wycliffe y fueron las ensañanzas de éste que inspiraron a Juan Huss, checo, quién se convirtió en predicador en Praga.
En definitiva quería una cristandade más pura y más comprensible al pueblo, y para ello quería – entre otro – que la misa se diera en el idioma checo. Fué considerado hereje por el Consejo de Constanza y quemado vivo.
Cuando en un momento del siglo XVI quedó vacante el trono de Bohemia, lo reclamó desde la vecina Austria el archiduque Ferdinando y desde entonces empezaron tribulaciones para los checos quienes pasaron a ser governados por los Habsburgo. Cansados y al cabo de casi un siglo se rebelaron contra los Habsburgo, y éstos, tras traer ejercitos de Austria chocaron violentamente en la Batalla de la Montaña Blanca (cercana a Praga) en noviembre de 1620, dónde los checos fueron vencidos.
Siguió a ello una terrible represión tendiente a aniquilar y borrar todo vestigio de los checos del mapa . Todos sus nobles fueron detenidos y fueron todos decapitados en un sólo día. (1300 en total). Sus propiedades fueron confiscadas, se prohibió el uso del idioma checo en todo documento oficial, reemplazándoselo por el alemás, y se prohibió la ensañanza, en los colegios, del idioma y gramatica checa.
Ello duró tres siglos.
Tres siglos durante los cuales el idioma y las tradiciones se conservaban y transmitían de padre en hijo, y en forma oral solamente, porque ni los libros en checo se permitía imprimir.
Si bien durante esos siglos el imperio Austro-Hungaro se componía básicamente de tres naciones (austríacos, húngaros y checos), esta última era totalmente ignorada por los gobernantes a punto tal que los emperadores se hacían coronar en Viena primero y luego en Budapest, pero no en Praga. Aunque ésto hoy parezca difícil de creer, los checos se consideraban personalmente muy ofendidos por éste gesto, entendiéndo que un rey que no fuera coronado en su país, no era su rey.
Así las cosas, se llegó a mediados del siglo XIX y en ese momento surgió una generación de escritores, poetas, músicos, filósofos, etc. Checos, quienes vislumbraron que se acercaba el momento en que iban a poder reivindicar los derechos a un país independiente, y para ello entendieron que era necessario preparar al pueblo.
Se reconstruyó la gramática, y se empezaron a publicar libros y poesías (más que nada en forma clandestina), se levantó el teatro nacional de Praga (exclusivamente con donaciones particulares), se hizo música checa por A.Dvorak – quién recopiló la música popular – y con B. Smetana, cuyo poema sinfónico “De mi patria”es un poco un segundo himno para todo checo. Y de himno hablando, también compuesto en el siglo XIX, su tema principal sonsiste en la pregunta “? Dónde está mi patria”?.
Se creó también la sociedad gimnástica “Sokol” cuyo lema era “Mens sana in corpore sano”, pero cuya principal misión era prepararse para el futuro de la nación.

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